domingo, 6 de julio de 2008

Dime cuál es tu cancionero y te diré quién eres.


Lo que más le gustaba era su concentración.
Su trip.
No. No, lo que más le gustaba eran sus manos en las cuerdas. La tensión de sus dedos–arañas golpeteando en las redes del diapasón.
O tal vez que levantara los ojos por momentos y le sostuviera la mirada.
Definitivamente lo que más le gustaba era el esmero de su voz.
Lo que realmente le gustaba era su descubrimiento del acierto, o del error.
Pero creo que lo que más le gustaba era el apuro para dar vuelta la hoja.
Claro, lo que más le gustaba era el TODO.

MC.

“Una tarde, Charly garcía llegó al departamento de la calle Peña y encontró a su hijo junto al equipo de música. Miguelito escuchaba una parte de Peperina, rebobinaba y volvía a rebobinar.
-Viejo, ¿Cuándo vas a dejar de hacer temas fallutos?- le dijo.
-¿Por qué fallutos?- le preguntó Charly.
-Fallutos. Cuando me copo con una me la cambiás.
-¿Y éste?, ¿te gusta?- Era Yendo de la cama al living.
-Sí, esto sí me gusta.”

“En pleno concierto, un tipo del público insultó a García. Entonces, Charly se bajó los pantalones y mostró el trasero. Cuando se arrojó sobre Fabi y tironeó de su pollera, ella se tiró al piso mientras el público gritaba e intentaba escapar de los palos de los uniformados.
-Déjeme entrar, soy policía- le dijo a Charly un agente que irrumpió en su camarín.
-¿Y QUIÉN TE MANDÓ A NO ESTUDIAR?- contentó él.”


Ramos / Lejbowicz – Corazones en llamas.

Imagen: Marcela Casarino – Serie Underground.

1 comentario:

Martin Katz dijo...

Me hubiese gustado que me escribas algo asi, pero obviamente no es para mi. Yo nunca tuve ni tendré una camisa cuadriculada.